Hace dos mil años, una estrella del oriente alumbró bajo el cielo de Belén, Israel; Cristo nació como un bebé. Cristo quitó él solo los pecados del mundo y murió en la cruz, y prometió venir por segunda vez. Hoy, muchos cristianos están mirando el cielo, esperando que Jesús venga de nuevo. Pero Cristo ya vino. El primer día del mes 12 según el calendario lunar, es el día en que Cristo vino a esta tierra por segunda vez.
El 25 de diciembre (primer día del mes 12 según el calendario lunar), los miembros de la Iglesia de Dios de todo el mundo asistieron al mismo tiempo al “Culto Conmemorativo por el 94to. Aniversario del Nacimiento de Cristo Ahnsahnghong”. Cristo Ahnsahnghong restauró la verdad de vida que había sido destruida desde el tiempo de Jesús y los apóstoles. En consecuencia, su venida es la noticia más alegre y bendita que nos dice que se ha abierto el camino a la salvación eterna. En este día grandioso y significativo en que el Padre celestial vino de nuevo, los miembros alabaron el santo amor del Padre, quien sin quejarse se vistió de la carne espinosa y otra vez llevó una vida de sufrimientos.
ⓒ 2011 WATV
La Madre dio gracias en oración al Padre por haber establecido el nuevo pacto perdonando los pecados de sus hijos a través de su sacrificio en la cruz, y por haber venido nuevamente a esta tierra para salvar a sus hijos restaurando la verdad perdida, enfrentando todos los sufrimientos. También oró para que sus hijos retribuyan al Padre su gracia, practicando su última petición de predicar las buenas nuevas de salvación a todas las personas del mundo.
El Primer Pastor Kim Joo-cheol explicó la situación del tiempo de la primera y la segunda venida de Jesús; la gente solo miraba las nubes del cielo, sin reconocer al Mesías a quien tanto habían añorado y esperado. En su sermón titulado “¡Yo ya he venido!”, habló acerca del corazón dolido del Mesías que vino como hombre. También dijo: “El Mesías vino según las profecías de la Biblia como una consecuencia necesaria, y no como una coincidencia, y llevó una vida profética y recorrió el camino humano solo para salvarnos. En esta época del Espíritu Santo, él nos ha guiado a la Madre celestial, a fin de que podamos entrar en el camino de la vida eterna”. Luego instó a los miembros a proclamar la ansiosa voz del Padre y la Madre celestiales, que dice al mundo que no los conoce: “¡Yo ya he venido!” (Jn. 1:1-14, He. 9:27-28).
Después del culto, hubo un evento de celebración que fue preparado para expresar gratitud al Padre celestial. Los vídeos con mensajes que celebraban el nacimiento del Padre Ahnsahnghong, que fueron enviados de las iglesias del extranjero (Asia, África, Europa, Oceanía, Sudamérica y Norteamérica), ayudaron a los miembros a ver la luz de la gloria del Padre que alumbra intensamente en todos los continentes del mundo. También escucharon el sermón del Padre. Echando de menos al Padre, le agradecieron con todo su corazón por exponer la falsedad y por permitirles vencer el poder de Satanás a través de las palabras de la verdad.
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El musical de los niños “Daniel y sus Tres Amigos”, representó alegremente la fe firme de Daniel y sus tres amigos que solo servían a Dios, no siguiendo la orden del rey de Babilonia de inclinarse y adorar la estatua de oro. Después del musical, la Orquesta Mesías tocó los Cánticos Nuevos incluyendo “El camino al cielo” y “Vayamos al mundo”, conteniendo el deseo de hacer conocer al mundo acerca de Cristo Ahnsahnghong, que vino para abrir el brillante camino al reino de los cielos para sus hijos. Por último, se presentó el teatro bíblico “La Familia de Abraham y la Madre Celestial”. El teatro recordó a los miembros que la historia de la familia de Abraham muestra algo importante: así como Sara jugó un papel decisivo hasta que Isaac fuera el heredero de Abraham, de la misma manera la existencia de la Madre celestial es el absoluto factor decisivo para nuestra salvación. Esto también les ayudó a comprender la profunda voluntad del Padre que sufrió por mucho tiempo hasta guiarlos a la Madre.
La Madre elogió y animó a los que prepararon el evento, y bendijo a todos sus hijos por el año nuevo, diciendo: “Como hijos de Dios, han recibido la promesa de entrar en el reino de los cielos a través del gran sacrificio del Padre. Por tanto, prediquemos diligentemente las bendiciones del cielo a las almas de nuestro alrededor, que es lo que más complace al Padre”.
Hace 94 años, el Padre Ahnsahnghong vino en silencio a los fines de la tierra en el oriente. Según la parábola de la higuera, se bautizó en 1948 cuando tenía 30 años de edad, y vivió su vida predicando el evangelio durante 37 años según la profecía del rey David. Así, el Padre celestial recorrió el camino de la profecía para salvar a sus hijos, y ahora dice:
“¡Yo ya he venido!”